El ferrocarril y el Río
siempre fueron de la mano
por abruptos peñascales
y tortuosos barrancos,
donde no es posible oír
el canto de ningún pájaro.
El ferrocarril y el Río
fueron juntos de la mano
a la mar de los ingleses
más de un centenar de años.
Juntos compartían la dicha
de sentirse acompañados
por esas máquinas lentas
y esos vagones tiznados,
que iban de Riotinto a Huelva
por un camino acerado.
siempre fueron de la mano
por abruptos peñascales
y tortuosos barrancos,
donde no es posible oír
el canto de ningún pájaro.
El ferrocarril y el Río
fueron juntos de la mano
a la mar de los ingleses
más de un centenar de años.
Juntos compartían la dicha
de sentirse acompañados
por esas máquinas lentas
y esos vagones tiznados,
que iban de Riotinto a Huelva
por un camino acerado.
ANTONIO PEREJIL DELAY . Romancero del Tinto
1 comentario:
Magnifica toma.
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