sábado, 28 de enero de 2017

Memorias de un Ferroviario de Riotinto

Memorias de Juan Álvarez Moreno, Ferroviario del Fc de Riotinto

Hace poco tiempo se puso en comunicación  con este blog D. Manuel Álvarez Gomez, hijo de D. Juan Álvarez Moreno, el cual nos cedía muy gustosamente parte de las memorias de su padre, para la publicación en este blog, por lo cual le estaremos siempre agradecidos.

Juan Álvarez Moreno nació en Niebla (Huelva), en 1911 y con 17 años, en 1928, entro a trabajar en el ferrocarril de la Río Tinto Compay Limited (R.T.C.L). en las estaciones, aunque vivía en Niebla, sus comienzos fueron en la estación de Huelva, en la cual estuvo dos años, siempre de telegrafista, pasado este tiempo paso a recorrer todas las estaciones de la Línea haciendo sustituciones, pero con base siempre en Niebla.

En 1943 Juan Álvarez dejo la empresa, tras serle aprobada una solicitud, para ingresar en la Guardia Civil, en la cual permaneció dos años, pasando después mediante oposición a la delegación del Banco de España en Huelva y terminando su vida laboral en la delegación de dicho banco en la ciudad de Sevilla

Listado del escalafon para ascensos del personal de estaciones con fecha 1 de enero de 1934

Insignias del Regimiento de Ferrocarriles



Dibujos de D. Manuel Alvarez y croquis de la Vía General y ramales.


Dibujos de D. Manuel Alvarez, explicando correctamente el funcionamiento del Aparato de Bastones







Dibujo de la Estación de Las Cañas y foto de D Manuel Alvarez en su puesto de telegrafista en una estación sin identificar.

Este hombre tenía una magnifica caligrafía esta es una muestra, lo mas curioso es que esta escrita sobre una de las hojas de los libros de asiento que se utilizaban en las estaciones del Fc de Riotinto, algunos de estos libros conservo yo, pero de los años 60 y el formato es el mismo.


martes, 24 de enero de 2017

Tierra de Cobre y Sangre recala en Nerva en vísperas del 4F

Tras su presentación en Aracena y Minas de Riotinto, la novela Tierra de Cobre y Sangre de José Manuel García regresa a la Cuenca Minera, el lugar donde todo se fue forjando, el lugar donde todo empezó. Y en un día tan emblemático como el 3 de febrero, vísperas de los fatídicos hechos del conocido "Año de los Tiros" y en un lugar tan especial como el Museo Vázquez Díaz de Nerva. El acto será presentado por el concejal de Cultura, Isidoro Durán a partir de ls 19 horas en el salón de acto de dicha pinacoteca nervense.
Sinopsis
Muchos son los nombres que pueden relacionarse con la milenaria historia de las Minas de Riotinto, aunque no hay mayor cicatriz en aquellas tierras que la dejada por los ingleses. Es precisamente ahí donde arranca “Tierra de Cobre y Sangre”, una historia dentro de las infinitas historias que permanecen calladas bajo el latido cárdeno de los cerros de esta comarca.
La Riotinto Company Limited adquirió las minas en 1873, al poco tiempo de que se constituyera la I República Española. La mina fue un fiel reflejo de todo cuanto aconteció en el país en los siguientes sesenta años.
Bajo el mandato de los ingleses las minas de Riotinto llegaron a convertirse en una de las principales productoras de cobre a nivel mundial. Pero no todo fue cobre en aquellas tierras, fue mucha sangre la que se vertió y terminó mezclándose en las aguas púrpuras de sus ríos.
Desde el fatídico cuatro de febrero de 1888 hasta el estallido de la Guerra Civil Española, “Tierra de Cobre y Sangre” desgrana muchos de los acontecimientos que tuvieron lugar en aquel rincón del mundo que fueron las minas, donde cada tonelada de cobre que se producía llevaba consigo el derramamiento de sangre, sudor y lágrimas…
El autor en Minas de Riotinto

El autor 
José Manuel García Durán nació en 1975, reside en Aracena aunque nació en Riotinto, precisamente en el hospital que construyeron los ingleses antes de que las minas fueran nacionalizadas.
Desde muy temprana edad descubrió la magia de la lectura y devoraba con ansias cada libro que caía en sus manos. Durante la adolescencia se atrevió a escribir sus primeras letras: sencillos poemas dedicados a amores imposibles que se fueron cubriendo de polvo y nostalgia.
Se trasladó a Sevilla para estudiar la carrera de Ciencias Biológicas y continuó escribiendo secretamente. Tras un periodo de letargo, en cuanto a escritura se refiere, regresó a Aracena, donde comenzó a interesarse por la historia de las minas del lugar que lo vio nacer. Después de más tres años de investigación y consultas, en otoño de 2011 escribió la primera frase del libro que ahora tiene entre sus manos. Más de cuatro años después, animado por familiares y amigos, decidió sacar a la luz su primera novela: “Tierra de Cobre y Sangre”.

Su paso por Riotinto
Rafael Cortés.  
Minas de Riotinto
Nuestro colaborador, el cronista riotinteño Rafael Cortés nos acercó con todo detalle el paso de Chema García y su novela por la localidad minera de Minas de Riotinto el pasado 24 de noviembre:



En la tarde de hoy, en la incomparable Capilla Presbiteriana de Bella Vista, José Manuel García Durán ha presentado su primer libro "Tierra de Cobre y Sangre", título muy impactante para el lector y con un contenido muy interesante bajo el punto sociológico e histórico.
Le presentó el Concejal de Cultura Alberto Aceituno Recio con breve resumen de su vida que en parte ha estado ligada a esta tierra, ya que nació en Minas de Riotinto en el año 1975, hasta que se trasladó a Sevilla para estudiar Ciencias Biológicas, después se marchó a Aracena y estando aquí se interesó por la historia de las minas y del lugar donde nació, leyendo su primer libro "Nunca en el Cumpleaños de la Reina Victoria" de David Avery de 1974, se entusiasmó y continuó leyendo cuantos libros editados se refiriesen a las minas de Riotinto, arrancándole entonces el deseo de escribir algo sobre ellas, pues cuando joven ya había escrito algunos poemas, pero para ello quiso documentarse haciendo investigaciones, consultas, recorriendo lugares donde se iba a desarrollar su historia que bullía en su cabeza, al cabo de unos seis años nació este libro novelado con nombres reales unos, ficticios otros, comprendiendo desde 1873 en que los Británicos compraron las minas hasta 1936 en que estalló la Guerra Civil Española.
Primeramente lo presentó en Aracena el día 4 del actual, en el Salón del Ayuntamiento, claro está, el segundo lugar tenía que ser éste, su tierra, en donde hoy nos lo ha presentado con apadrinamiento de Aquilino Delgado, Director del Museo Minero de Fundación Río Tinto y su amigo Mario Rodríguez quienes hablaron de su trabajo en sus excelencias, explicando algunos detalles ocurrentes en el libro, y seguidamente el autor amplió con dar más información de su historia concebida como él describe "a base de sangre, sudor y lágrimas ...", una tierra con muchos avatares de sufrimientos y sacrificios. Después de escucharle y recibir los aplausos de los presentes, pasó a firmar ejemplares que se adquirieron previo pago de su importe en el lugar. Un libro más de los muchos escritos de estos lugares, porque como sus minas es una fuente inagotable de historias y documentaciones para escritores e investigadores. 

Vuelo en la Zarza



¡Brotaste, surgiste, naciste, emanaste de la nada. Te alimentaste de tus propias entrañas. Gualdo resplandor sulfúreo y corazón de piedra inga; imperio alcanzado!

En un lugar de bello entorno natural, entre pinos, eucaliptos y jaras, modulado por la mano del hombre, se encuentra La Zarza, localidad situada en el término municipal de Calañas, comarca del Andévalo, en el centro de la provincia de Huelva, acariciando las estribaciones serranas.

Su pasado es eminentemente minero y su entorno está marcado por un pintoresco paisaje dominado por esa impronta con importantes infraestructuras mineras (actualmente en desuso), así como casas y edificios de corte inglés típicos de pobladores mineros del siglo XIX.

Aunque esta aldea minera surge en el siglo XIX, el nombre de La Zarza es reciente, tan sólo desde 1991, tras un Pleno municipal; anteriormente se llamaba Silos de Calañas. Actualmente La Zarza-Perrunal es una Entidad Local Autónoma (ELA) dependiente del Ayuntamiento de Calañas.

La Zarza es un enclave minero más inmerso en la faja pirítica que se extiende desde Aznalcóllar (Sevilla) hasta cerca de la costa del Atlántico portugués. Esta franja, geológicamente hablando, se encuentra dentro del grupo volcánico-sedimentario y entre sus rocas principales están las pizarras, jaspe y cuarcitas, así como grandes yacimientos de pirita masiva y manganeso.

La explotación de la Mina de La Zarza se inició en época fenicia y adquirió su máxima intensidad durante la dominación romana de la Península Ibérica. De estas culturas se han encontrado restos, sobre todo romanos, que nunca se han catalogado ni se han reunido en ningún museo.

Según estos restos, la explotación en época romana debió iniciarse con Julio César y debió durar aproximadamente cinco siglos ya que de todos los emperadores romanos comprendidos entre Augusto y Honorio se han encontrado abundantes monedas.

Después de la explotación romana la actividad minera desaparece y es en el año 1858 cuando se reanuda la explotación bajo el mando del ingeniero Ernesto Deligny. Esta actividad duraría aproximadamente 8 años. En 1868 la compañía de Azufre y Cobre de Tharsis adquiere la propiedad de las concesiones. Esta compañía (Tharsis Sulphur and Copper Company Limited) construye, en 1913, el ferrocarril (hoy desaparecido) que uniría la mina de La Zarza con la mina de Tharsis y el embarcadero situado en Corrales, desde donde, a través de su muelle, salía la producción de pirita hacia los lugares de transformación. El recorrido del ferrocarril, extremadamente accidentado, exigía más de 20 puentes o pontones, algunos de gran longitud (Tamujoso, Oraque,etc.).

Esta mina, a través de distintas épocas ha sido explotada de distintas formas, en pequeños agujeros (silos) durante época romana, a cielo abierto en su etapa inicial actual y posteriormente en explotación subterránea.

La historia de La Zarza está marcada por la minería, con periodos de gran esplendor seguidos de época de decadencia. Durante muchos años ha sido su base económica.

La Zarza-Perrunal, ambas minas se encuentran inactivas en la actualidad, pero sus poblados se resisten a correr el mismo destino que las minas que hicieron posible su existencia.

El entorno minero de La Zarza fue declarado Bien de Interés Patrimonial por la Junta de Andalucía. En dicho entorno aún se conservan dos preciosos malacates, uno completo y otro no, el cananeo, chimeneas, etc.

En las imágenes del vuelo podemos apreciar la bonita corta de Los Silos y restos de su arquitectura minera. También una panorámica de la localidad y su entorno, donde observamos otra parte de su patrimonio como son los edificios emblemáticos de las empresas mineras: casino, de 1891; cine inglés; escuelas; viviendas de diferentes épocas; la Iglesia del Corazón de Jesús, construida en 1.931 al más puro estilo inglés, que actualmente es propiedad municipal, entre otros.

No podríamos finalizar el vuelo sin captar la Fuente de La Pipa, un manantial de agua potable y buen sabor, manipulada a través de un grifo; como contraste se puede apreciar las huellas del límite del incendio forestal que azotó la Zarza el pasado 2 de agosto.

La alegría no falta para los casi 1.700 zarceños del lugar, que tienen el privilegio de disfrutar momentos festivos como la Pascua de Resurrección, Corazón de Jesús, la Velada, Santa Bárbara...

Llenamos nuestra botella con el agua del manatial de La Pipa y continuamos la marcha. Fue una jornada intensa: El Perrunal, Sotiel Coronada... pero eso amigos es otra historia y otro día se contará.

El Sr. Aranda comprobó hélices y fuselaje, el resto fue volar, volar seguro pero volar, siempre volar.

José Antonio Portero 

jueves, 12 de enero de 2017

Las locomotoras diésel del Ferrocarril de Riotinto

Por Manuel Ángel González

Bien serviría de introducción a este artículo, la que hice para el que dediqué a las locomotoras diesel del ferrocarril de Tharsis, puesto que las circunstancias que motivaron la constitución de la Rio Tinto Company Ltd. y la Tharsis Sulphur and Copper Company Ltd. fueron las mismas. Es evidente que la construcción del ferrocarril obedeció también a las mismas causas, es decir, unir la mina con un puerto que garantizara la salida de sus respectivas producciones, y ese puerto, también fue el de Huelva en ambos casos.
      El ferrocarril de Riotinto, con 83 Kms., era casi el doble de largo que el de Tharsis y utilizó el ancho colonial británico de 42 pulgadas (1.067 mm.), sin embargo su magnífico diseño utilizando el valle del río Tinto, le permitió arrastrar cargas relativamente grandes con pequeñas locomotoras tanque, las cuales bajaban hasta Huelva unas 150 Tm. de mineral por tren. Puede parecer poco, salvo que se compare con un equivalente actual: hacen falta seis camiones, de los mas grandes que actualmente recorren nuestras carreteras para transportar ese tonelaje.
      Con pocas variaciones se siguió operando el ferrocarril, hasta que en 1.920 se probaron las locomotoras “clase K” en la vía general. Estas máquinas habían llegado a Riotinto en 1.906 para ser utilizadas en los primeros trabajos de retirada de estériles de Corta Atalaya, y eran las mas potentes con que contaba el ferrocarril en esa época. En esas pruebas, dieron el resultado que de ellas se esperaba y se les fue aumentando la carga hasta los 75 vagones “A” (unas 1.000 Tm. brutas), carga esta que remolcaron en la vía general hasta que fueron sustituidas, en 1.953/54 por las nuevas 200. Por tanto, las “clase K”, fueron –con la excepción de las dos Garratt- las únicas locomotoras con que contó la vía general durante más de 30 años.

SERIE 300.-
      Pero eran los años finales de los ’50 y pocos ferrocarriles quedaban que no hubieran probado alguna diesel, cosa que no se había hecho en Riotinto donde el transporte y manipulación del carbón eran unas operaciones costosas. Además del ferrocarril había otro consumidor de carbón: la central eléctrica, y ya en esa época se había renunciado a su ampliación y funcionaba acoplada a la red pública, produciéndose su cierre a mediados de los ‘60. Por tanto, no dejaba de ser atractiva para la Compañía la tracción diesel, por lo que en 1.956 contactó con la casa KRUPP, la cual ofertó un modelo de tres ejes acoplados y 300 CV. de potencia que se pretendía fuera equivalente a una locomotora de la “clase K”, y utilizada en doble tracción a una Garratt.
      En 1.961, se materializó la compra de una de ellas, la cual fue numerada correlativamente a sus antecesoras, esto es con la centena 300. Esta locomotora de 32.000 Kg. tenía un motor MERCEDES – BENZ de 12 cilindros en V, y 300 CV., acoplado a una transmisión hidráulica KRUPP. Sus prestaciones eran: velocidad máxima 48 Km/h. y esfuerzo de tracción de 8.000 kg., o sea prácticamente el mismo que la “clase K”, la cual aplicando la fórmula que usaba RENFE para calcular el esfuerzo tractor de sus locomotoras de vapor (65% del teórico), tendría un esfuerzo de tracción de 7.691 Kg.

      En cuanto a los servicios prestados hay que decir que los resultados en la vía general fueron bastante malos, como lo atestigua el hecho de que nunca se utilizara en ella, salvo para las pruebas a que fue sometida tras su recepción y que acabaron con un descarrilo de la máquina dentro de un túnel. Sólo he podido conseguir versiones orales de antiguos ferroviarios, pero todos parecen coincidir en que se realizaron varias pruebas con 25 vagones “M” (equivalentes a 75 “A”). Según parece el freno de vacío dio bastantes problemas y algún que otro incidente. Entonces se pensó usarla en el túnel del 11º piso, pero hubo problemas de gálibo. También pasó por la fundición remolcando cubilotes de escoria, pero estos vagones con escoria fundida a escasos dos metros del radiador de la máquina, dieron problemas de calentamiento del motor. Se intentó engancharla en sentido inverso, pero entonces era la cabina de conducción… la que quedaba al lado de los cubilotes de escoria. Yo la recuerdo haciendo trenes de clorita, entre la boca del túnel 11º piso y el concentrador, y maniobrando en Riotinto Estación. Sin embargo en estos menesteres dio un magnífico resultado, siendo apreciada por los maquinistas. Actualmente, aunque desprovista de su motor original, continúa en servicio remolcando los tres turísticos de la Fundación Riotinto, sin que la denostada transmisión KRUPP haya hecho honor a su mala fama.

SERIE 400.-
      Vistos los resultados con la 300, la compañía se planteó la compra de otro tipo de locomotora que pudiera adaptarse a sus necesidades. Pero en este caso se optó por un modelo que permitiera operar con una carga de 1.470 Tm. brutas, y para ello eligió una variante de las CREUSOT/NAVAL que suministró el Ministerio de Obras Públicas, con cargo a los Planes de Ayuda a los ferrocarriles de vía Estrecha, en dos versiones unas con transmisión eléctrica CENEMESA/WESTINGHOUSE (DE), y con transmisión hidráulica KRUPP (DH) las otras, equipadas  todas con el mismo motor SUPERIOR de 6 cilindros y 675 CV. Remolcaron trenes de viajeros y algún mercancías en viarios ferrocarriles, con resultados mediocres las DE y francamente malos las DH. Eran locomotoras Bo-Bo de 50.000 Kg. que fueron construidas por la Sociedad Española de Construcción Naval en su factoría de Sestao. Fueron probablemente las únicas diesel bicabina, que ha habido en las vías estrechas españolas hasta que aparecieron las 1650 de F.E.V.E.
      La Compañía Española de Minas de Riotinto S. A., sin acogerse a los mencionados planes de ayuda, en 1.965 contrató con CENEMESA el suministro de cuatro locomotoras similares pero mas potentes, que fueron numeradas del 400 al 403, actuando la S.E.C.N. como subcontratista. A diferencia de las del M.O.P., montaban un motor SAURER V-12 de 57.727 cc. y 850 CV., que incorporaba dos turbo-soplantes BBC. El motor diesel estaba acoplado a un generador de excitación independiente de 527 KW., que alimentaba a los cuatro motores de tracción de 115 KW. y ventilación forzada, conectados permanentemente en paralelo. A diferencia de las del M.O.P., las de Riotinto disponían de freno reostático haciendo funcionar como generadores los motores de tracción, conectado cada uno de ellos a un grupo de resistencias independiente.

      Una vez puestas en servicio, no hubo problemas en este caso con el freno, pero esa fue la excepción. Las locomotoras perdían adherencia en el bogie delantero, lo que hacía que descarrilaran con cierta frecuencia. Como consecuencia de uno de esos descarrilos ocurrido en 1.978, la 401 sufrió daños tan graves que fue desguazada. Los motores de tracción se sobrecalentaban y de hecho se quemaron en varias ocasiones. También daban problemas para remolcar la carga asignada de 35 vagones “M”. Recuerdo verlas apartadas a mediados de los ’70 en Talleres-Mina mientras las 200 volvían a hacerse cargo del servicio, y fue por esas fechas cuando la Compañía encargó un informe a una consultora independiente, que realizó pruebas que pusieron de manifiesto la incompatibilidad de las locomotoras con los servicios a prestar.
      En estas circunstancias, la Compañía (Unión Explosivos Rio-Tinto desde 1.970) aunque sopesó la posibilidad de fuelizar las 200, optó por utilizar las 400 en doble tracción, remolcando hasta 50 vagones “M” (2.000 Tm., aproximadamente 2/3 de su carga nominal), con unos resultados aceptables, y consiguiendo además subir el vacío hasta Riotinto (500 Tm.), sin fraccionar el tren en el tramo de mas rampa.
      Es lamentable que no llegaran a Riotinto las Alsthom, como lo hicieron a su vecino el Ferrocarril de Tharsis. Hay quien dice que hubo presiones de los “poderes fácticos”, o simplemente del “poder establecido”, para “repartir la tarta” de unas locomotoras que se construyeron casi simultáneamente, y parece darles la razón el hecho de que no se adquiriera el modelo “standard” Alsthom de 850/925 CV. de los planes de Ayuda, y en su lugar se instalara un motor de esa potencia en el modelo, también “standard” de 675 CV.

SERIE 500.-
      En 1.974/75 se abandonaron el muelle y la estación de Huelva y se cerraron al tráfico los primeros 27 Kms. del ferrocarril, estableciéndose instalaciones en Las Mallas para el transbordo del mineral a RENFE y/o al transporte por carretera, por lo que la vía general quedó recortada a los 51 Kms. que separan las estaciones de Las Mallas y Zarandas-Naya.
      Así las cosas, y puesto que el ferrocarril sólo contaba con la diesel 300 y las cuatro 400, se mantuvo alguna locomotora de vapor para maniobras hasta que llegaron en 1.976 las dos locomotoras HUNSLET, construidas por la Babcock & Wilcox de Bilbao. Se trataba de un modelo construido bajo licencia por B&W, que puede verse en muchos ferrocarriles industriales españoles en sus distintas versiones de vía estrecha o ancha y dos, tres o cuatro ejes acoplados por bielas. En el caso de Riotinto eran tres los ejes, que con intermedio de una transmisión hidráulica eran movidos por un motor CUMMINS de 6 cilindros y 375 CV. Estas locomotoras de 36.000 Kg., fueron numeradas 500 y 501 y junto con alguna intervención de la veterana 300, se hicieron cargo de las maniobras en Zarandas-Naya. Tenían una velocidad máxima de sólo 30 Km/h., y como todas las locomotoras de maniobras de Riotinto, no disponían de freno para el tren.

      Y… éste fue el primer acierto del ferrocarril de Riotinto con las diesel, puesto que dieron un magnífico resultado. Pasaron toda su vida formando trenes en Zarandas-Naya y subiendo a la planta de trituración los vagones de vuelco “Granby” desde la boca del túnel 16º piso, hasta que estas instalaciones fueron abandonadas y se cerró le ferrocarril. Las dos siguen en activo y junto con la 300 remolcan el tren turístico de la Fundación Riotinto.
      En el otro extremo de la línea (Las Mallas), las maniobras con los cortes de vagones para su descarga, se encomendaron a un sistema de arrastre por cables y motores fijos, que dio muchos problemas, haciendo que en varias ocasiones tuviera que bajar una 500, para no parar el servicio del ferrocarril. Este sistema fue pronto desechado,  las instalaciones de descarga fueron electrificadas y dos locomotoras eléctricas sobrantes del túnel de 11º piso, se encargaron allí de las maniobras hasta el cierre de ferrocarril.

SERIE 600.-
      A mediados de los ’70, dada la escasa fiabilidad de las CENEMESA’s, y su carencia de mando múltiple, pero sin olvidar el relativo éxito de las DT’s, la empresa aprovechó la experiencia adquirida y buscó una locomotora diseñada específicamente para subir 500/600 Tm. desde Los Frailes (pie de rampa) hasta Riotinto, con lo que resultaría sobradamente potente en cualquier otro tramo y sentido. Como resultado de estas gestiones, en la primavera de 1.975 llegó a Riotinto la primera ALCo., luciendo en sus testeros el logo de E.R.T. Fue numerada 600, casi un año antes de que llegara la primera que la primera 500. Supongo que la numeración se estableció cuando se hicieron los pedidos y las locomotoras se recibieron en orden inverso. Eran del modelo DL-535, el cual estaba diseñado para montar ejes desde la vía métrica hasta el ancho ibérico. En el caso que nos ocupa la DL-535-B de Riotinto tenía obviamente el ancho de vía de 1.067 mm. y eran básicamente iguales a las de la serie 1.300/313 de RENFE, con su mismo motor ALCo. 251 de 6 cilindros en línea, 65.407 cc. y 1.370 CV., aunque en este caso tarado a 1.215 CV. Contaban con el ya imprescindible, freno reostático y eran 1.200 mm. mas cortas que las 1.300. Su velocidad máxima era de 105 Km/h., pesaban 76.000 Kg. y tenían ruedas de 914 mm. de diámetro, todo ello un 10% menor que las de RENFE. Pero al tener menor diámetro de ruedas y la misma relación de engranajes (19:92), el esfuerzo de tracción resultaba un 10% superior, nada menos que 21.410 Kg. También tenían el gálibo recortado para adaptarse al de Riotinto y eran idénticas (al menos en apariencia), a las construidas para el ferrocarril de Guayaquil a Quito en 1.971 por la misma factoría: ATEINSA de Villaverde Bajo. Así pues la 600 se hizo cargo del transporte de mineral, quedando en reserva las CENEMESA’s que en doble tracción, la sustituían cuando era necesario. Sin embargo el citado accidente de 1.978 hizo que sólo quedaran tres y por las mismas razones que propiciaron la compra de la 600, se formalizó la compra de otra igual, que se recibió en 1.979 ya numerada 912 y con los logos de la Riotinto Minera S.A. (R.T.M.), que explotaba las minas desde el año anterior. Esta empresa siguió utilizando el sistema que usaba Riotinto Patiño S. A. para la numeración de su material, asignando una centena distinta a los vehículos de cada departamento. Así pues, cuando se hizo cargo del ferrocarril le asignó la centena 900 y las 600 fueron renumeradas como 911 y 912, las 400 como 920, 921, 922 y 923, y las 300 y 500 como 933, 931 y 932 respectivamente.

      El resultado de estas máquinas sorprendió a todos, especialmente a los maquinistas, incluso a los que habían prestado servicio con las Garratt de igual carga asignada, pues las 600’s subían hasta Riotinto sin fraccionar el tren, y eso sin el menor signo de patinaje. Dieron por tanto un magnífico resultado, y sólo he oído criticarles la excesiva base rígida del bogie (igual a las de vía ancha), que hacía que estas máquinas, fueran agresivas a una vía con curvas de 110/120 m. de radio. Fueron las primeras Co-Co en las vías estrechas españolas y las únicas con la excepción del Ponferrada-Villablino. Su carga asignada era de 50 vagones “M”, o sea unas 2.000 Tm. brutas, (1.500 de mineral) que movían con extrema facilidad, lo que permitió cerrar todas las estaciones intermedias y explotar los 51 Kms. de línea en uso sin cruces intermedios. Sólo quedaron algunas vías secundarias para, eventualmente apartar algún material averiado, o cruces con la dresina de mantenimiento.
      Sin embargo, de poco sirvió el “buen hacer” de estas máquinas: en Febrero de 1.984, se cerró el ferrocarril y fueron vendidas a RENFE, quien las desguazó para aprovechar, básicamente los motores diesel y los generadores y motores de tracción. El resto fue vendido como chatarra.

OTRAS DIESEL.-
      Además de las citadas, el ferrocarril de Riotinto contó, lo largo de su existencia con algunos pequeños automotores de gasolina y diesel, para servicio interno. Entre ellos cabe destacar el automotor BILLARD, adquirido a FEVE en 1.975 para la brigada de vía y obras. Fue numerado 941.



Bibliografía:

- Fichas de material móvil del Ferrocarril de Riotinto.- Archivo C.E.M.R.T./R.T.M.-

- Las ALCo. ibéricas.- Manuel Galán Eruste.- Maquetren 1/98.-
- Material móvil del F.C. de Riotinto.- J.L.García.- A.A.F. Cuenca Minera de Riotinto, 1.999.-
- The Riotinto Railway.- Alan Sewell.- Plateway Press 1.991.-
- Las francesas de vía estrecha (I).- Lluis Prieto.- Autoedición 2.006.-