miércoles, 8 de junio de 2011

Cuenca Minera de Riotinto: Félix Lunar y la era del Imperio.- (Por J.M. Torres Ayala)

Esta colaboración del joven periodista nervense, José Manuel Torres Ayala, trata de acercarnos a la figura de uno de los líderes revolucionarios de nuestra comarca minera: Felix Lúnar. Para ello, en esta primera parte, Torres Ayala realiza una aproximación histórica de la llamada 'Era del Imperio', una de las épocas más convulsas que se vivieron en la Cuenca Minera de Riotinto.

PRIMERA PARTE: LA ERA DEL IMPERIO (1890- 1914)

Riotinto puede ser considerado una colonia por dos motivos: primero, porque el círculo de extranjeros reproducía los comportamientos de los colonos ingleses en otras partes del mundo (La India, Gibraltar en España), y segundo, desde el punto de vista del mercantilismo, por la asimilación a una factoría de la que se extraían riquezas naturales.

Las tres navajas que desangraron a mi pueblo. Foto: A. Perejil Delay. Bella-Vista, 2009.

La Rio-Tinto Company Limited (RTCL) fue la empresa encargada de explotar las Minas desde 1873 hasta 1954. En estos años controló la política, la economía, la cultura y hasta la idiosincrasia de los nativos, pero también controlaron política y economía a nivel nacional. Los británicos adquirieron las minas al Estado republicano español, en bancarrota, por 93 millones de pesetas.

Economato de Minas de Riotinto. Foto: F. Labrador

La Compañía intentó compensar a los obreros con lo que se llamó paternalismo empresarial. Pagaban bien a los obreros, gestionaron economatos con artículos de primera necesidad a precios más bajos que en los comercios normales, ofrecieron un buen servicio médico-farmaceútico, construyó casas para los obreros en varios lugares a precios relativamente poco elevados y puso en marcha escuelas para los hijos de los trabajadores, acabando así con las altas tasas de analfabetismo que sufría la zona. Este paternalismo fue muy patente en el municipio de Riotinto, pero no se dejó sentir tanto en Nerva.

Paso a nivel - Alto la Mesa

Esto no fue una cesión de la compañía, sino otra forma de control. Cuando los obreros intentaban movilizarse, aunque fuese de forma mínima, la Compañía amenazaba con rescindir estas garantías sociales. Además de éste había otros modos de control: guardiñas (guardia de las propiedades de los ingleses e informadores de cualquier tipo de contrapunto), afinidad con los cargos políticos, administrativos y judiciales en toda Huelva (eran empleados o afines), propiedad de las comunicaciones (poseían las comunicaciones por ferrocarril, teléfono y telégrafo).

ETAPAS DEL IMPERIO: DESDE LA ADQUISICIÓN A LA GUERRA MUNDIAL




Casa que se supone fué regalo de Mr. Browning a su 2ª esposa, Alice y, posteriormente, algo deteriorada, pasó a ser utilizada por los Exploradores como campamento en Los Frailes. (Fotografia documentada en 1930). Foto: Pedro Real Valdés.


1.-De 1873 a 1895: Presidencia del fundador Hugh Matheson y paternalismo.

2.-De 1895 a 1913: Época de máximo esplendor económico. Máxima actividad extractora y transformadora. Negocio muy rentable. En 1908 comenzó su declive, (coincidiendo con la dirección de Walter J. Browning, el más odiado por los nativos); que se acrecentó por la I Guerra Mundial (la neutralidad española afectó a mercadeos como el alemán, fue más difícil acceder al americano, lo cual explicaba una menor producción, junto con la rebaja de la jornada laboral a 3 o 4 días a la semana).

Trabajadores de Riotinto en 1898. Foto: JMTA


Cualquier problema que un trabajador presentase a la Compañía era resuelto con el despido y la expulsión de su casa, lo que equivalía al exilio de la comarca.

El control más férreo se vivió en Minas de Riotinto, donde los colonos establecieron su residencia. Estaban separados del pueblo, ya que vivían en un núcleo aparte en el barrio de Bella Vista. Un apartheid entre los colonos y los nativos. Fue un intento de construir en la Cuenca Minera el estilo de vida victoriano que los colonos habían dejado atrás. Además el mestizaje estaba muy mal visto. Los colonos también llevaron a Riotinto sus cultos, esto se materializó con la construcción de la Iglesia Presbiteriana en Bella Vista, la construcción de un cementerio propio. También en el barrio de Bella Vista tuvo mucha importancia el Club Social, de arraigadas costumbres inglesas. Allí se podía jugar al billar, al tenis o leer números atrasados del Times. El Club era de uso exclusivo de hombres ingleses.

Rodaje en las pistas de tenis del Barrio Inglés de Bella Vista de Riotinto. Foto: Entre 2 Ríos.



Las costumbres nativas también cambiaron, se destruyó la plaza de toros de Minas de Riotinto, pero también fue el primer lugar de España donde se jugó al fútbol.

Los mineros se organizaron como oposición al régimen establecido, creándose una conciencia obrera, la cual fue posible gracias a un gran trabajo previo de información, conformación y articulación. En 1913 se creó el Sindicato Minero de Riotinto, de inspiración socialista.

El movimiento obrero se vivió muy intensamente en Nerva, el municipio más insumiso de la zona. En Nerva se vivía con más libertad en sus calles y en sus tabernas. Fue la sede del Sindicato y donde se vivían los conatos de rebelión. Allí se establecieron los líderes revolucionarios más importantes como Eladio Fernández Egocheaga, Maximiliano Tornet o Félix Lunar.

EL AÑO DE LOS TIROS, 1888

Cuadro de Antonio Romero Alcaide que representa los sucesos del 'Año de los Tiros' en la Plaza de la Constitución del Pueblo de la Mina.

El conocido como 'Año de los Tiros' fue el mayor desencuentro vivido entre la Compañía y sus trabajadores. Los segundos protestaban por las condiciones infrahumanas de trabajo y de vida. El incidente que causó el conato revolucionario fueron las calcinaciones de mineral al aire libre, teleras, que propiciaban humos tóxicos que producían graves afeccionesrespiratorias en la población. Además los días de calcinación eran de paro forzoso. La Compañía se resistía a cambiar el sistema de calcinación.


Teleras en Planes. Foto: JMTA


Los terratenientes de Zalamea la Real apoyaron también a los mineros, porque los humos tóxicos destrozaban sus cultivos. Llegaron a crear la Liga Anti-Humos.

La situación se sostuvo hasta que la Compañía dejó de abonar el medio jornal los días de calcinación. Desde varios pueblos marcharon los trabajadores hacia Riotinto donde se reunieron más de 12.000 personas en la plaza del pueblo. La manifestación era de carácter pacífico, pero la represión fue brutal: según las autoridades 48 muertos, según el pueblo más de 200 y bastantes heridos, como consecuencia de la actuación del ejército y la Guardia Civil

Este suceso se vivió de manera especial en la prensa, que generalmente se puso del lado de los mineros. Ocuparon portadas durante meses. En el mismo 1888 se aprobó un Real Decreto que prohibía estas calcinaciones, pero tardaron casi 20 años en hacerlas desaparecer.



CONTINUARÁ....

1 comentario:

Thesis Writing dijo...

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