viernes, 28 de enero de 2011

Sólo existe un río de sangre (por A. Perejil Delay)

Foto. A. Perejil
Ya no hay huellas de mineros
ni algarabías de trenes,

por los senderos de escoria
que existían antiguamente:
Sólo existe un río de sangre

sin caracolas ni peces
que arrastra las piedras viejas,
y en el camino se duele

de su agónico calvario
hasta el mar, donde fallece.
Sólo el paisaje minero

propiedad de los ingleses,
y olvidadas herramientas
que se pudren lentamente…
Sólo la estrofa del agua

y el verso de la corriente.

Antonio Perejil Delay: Romancero del río Tinto.

No hay comentarios: