Este río suena igual
que una música de réquiem
en el órgano de Bach.
Este río suena triste…
Y en su sangriento caudal
beben las piedras antiguas
de ese glorioso metal,
que llora bajo la tierra
su perpetua soledad.
Esta morada corriente
suena a canto funeral,
desde la inhóspita mina
hasta la salada mar:
Y en sus rojos pentagramas
sólo es posible escuchar
ayes de mineros viejos,
y campanas que al doblar
me traen imágenes muertas
que no quiero recordar.
que una música de réquiem
en el órgano de Bach.
Este río suena triste…
Y en su sangriento caudal
beben las piedras antiguas
de ese glorioso metal,
que llora bajo la tierra
su perpetua soledad.
Esta morada corriente
suena a canto funeral,
desde la inhóspita mina
hasta la salada mar:
Y en sus rojos pentagramas
sólo es posible escuchar
ayes de mineros viejos,
y campanas que al doblar
me traen imágenes muertas
que no quiero recordar.
Antonio Perejil Delay: Romancero del río Tinto
No hay comentarios:
Publicar un comentario