Y te ganarás el pan con el sudor de tu frente,
pero será tuyo el aire, el sol, el cielo y la fuente.
Y les dieron medio pan, el sudor y el accidente;
y les negaron el aire, el sol, el cielo y la fuente.
En la Cuenca se alza un grito:
la libertad se estremece
cuando en la paz de la tarde
la plaza viste de muerte.
-Los disparos, la voz seca y autoritaria de siempre-
Era el cuatro de Febrero,
Año de los Tiros, fecha
rubricada con la sangre
de tu libertad minera.
-Los disparos, la rotunda imposición del silencio-
Cantemos en homenaje
de los que entonces cayeron,
el canto de libertad
que Riotinto lleva dentro.
Pero cantemos al sol, a la fuente, a nuestro cielo;
al sudor y al pan bendito. Cantemos todos, cantemos.
Con los siglos en la voz, cantemos todos, cantemos.
Que nadie podrá negarnos la canción de los esfuerzos.
Juan Delgado López
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