Por Juan Francisco Román
Lamentablemente Antonio nos ha dejado en esta fría tarde, aún cuando los senderos de estrellas no alumbraba los caminos por sendas de mineral...
La vida, que a veces se nos convierte en tragedia y se nos precipita como las sales de hierro en los caminos del cobre...
Antonio, fue santo y señal de una época gris en la Nerva que resurgía lentamente del lastre de la posguerra, guardando su miedo y su ira...
Sin embargo Antonio soñaba y creaba, dando forma a sus poemas con las notas musicales de su guitarra presta en muchos de sus aconteceres.
Yo le quiero recordar y hoy más aún en aquel Centro Cultural, cuando lleno de ganas y juventud de esa edad dorada, creó aquel conjunto musical, junto con Justo, su hermano Alberto, Luís Méndez y otros más con aquellas camisas rojas de lunares que les había promocionado "Confecciones Camacho de León" (Carmelita) y allí en aquel escenario nada tenían que envidiar ni a Romeros de la Puebla ni a Marismeños...
Un lujo de aquellos tiempos para los que buenamente apreciabamos la música como baluarte.
Las rigidas dificultades de los setenta, hicieron que Antonio y muchos otros tuviesen que abandonar su tierra para buscar un futuro prometedor, aunque no muy distante Antonio se traslado a Aznalcòllar a trabajar a sus Minas en la extinta Compañia "Apirsa" Andaluza de Piritas S. A. del grupo BOLIDEN (Sueco),
No perdimos el contacto nunca, porque al asentarse en la población de Gerena, mi propia familia en concepto de trabajo, también residía allí.
Hay un Antonio sentimental, lleno de nobleza y prosa, recuerdos de su pueblo amante de su tierra y reivindicativo...
Muchos conceptos que nos unían aunque distintos quizás en nuestros pensamientos,
los dos fuimos Delegados Sindicales en lo laboral, compartimos pluma en aquella "Revista Garratt", del Ferrocarril Minero de Ríotinto, en "Corumbel", en "Cuna Minera" en Las Delgadas, en "Nervae" , compartimos libros, secuencias, datos, historia y teníamos pendiente algo de lo que siempre tenía ganas y donde los tiempos no nos favorecían...
Antonio fué literatura propia de calle, como el decía y de nuestros tiempos...
Eladio Fernández Egocheaga... ¿Te has fijado Antonio? los grandes terminan olvidados.. Así, es Juan Francisco, me decía...
Esperame, allí donde tu voz resuene con la misma fuerza de tu pensamiento amigo Antonio para compartir contigo el poemario del tiempo y deja que las espumas del Tinto te mezcan con la corriente y en silencio . Y repíteme con luna clara y tu tono fuerte de voz , aquella estrofa que tanto te gustaba "De tu querida presencia, Comandante Chė Guevara"...
Estimado amigo Antonio, Nerva y yo te guardamos el más alto mirabel del recuerdo.
Nota: Esta necrológica fue escrita por Juan Francisco Román el 23 de enero de 2020, al día siguiente del fallecimiento de Antonio Perejil Delay.
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