sábado, 15 de noviembre de 2014

Historia de la Faja Pirítica Ibérica (XI). (Por Iván Carrasco)

EVOLUCIÓN DE LA MINERÍA DE LA FPI DURANTE EL SIGLO XX

A principios del siglo XX la producción anual de piritas españolas suponía entre el 50 % y el 69 % del total mundial

El nuevo siglo comenzó con buenas perspectivas. Las compañías habían alcanzado posiciones relevantes en el mercado internacional. El precio del cobre sufrió un repunte debido a la guerra ruso - japonesa de 1906 a 1907. Esta situación de bonanza se prolongó durante las dos primeras décadas del siglo y generó sustanciosos beneficios que fueron aprovechados por las empresas para modernizar sus instalaciones.Entre las inversiones realizadas, destacan: la electrificación de las minas , la introducción del martillo perforador de aire comprimido y la mecanización del cielo abierto con excavadoras de vapor. estas máquinas se utilizaron por primera vez en Corta Dehesa (Riotinto).

Excavadora de vapor Ruston de 8 t., en la corta Dehesa (h. 1906). Foto Colección Particular..

Corta Dehesa, Filón Norte, Minas de Riotinto. Foto Colección Particular.

Todas las inversiones van en consonancia con la importancia de los yacimientos de la FPI. Téngase en cuenta que a principios de siglo, la producción anual de piritas españolas suponía entre el 50 % y el 60 %  del total mundial. El 90 % de esa producción se vendía como mena de azufre, lo que significaba que las piritas españolas aportaban al mercado casi el 50 % del azufre consumido en el mundo (Madariaga, 1920). El cobre producido a partir de las piritas españolas era el 8 % del total mundial. A estas cifras hay que añadir la producción de Portugal, que procedía básicamente de las minas Sâo Domingos y Aljustrel.
Las cenizas de tostación de las piritas se vendían a factorías especializadas en su procesado. De ellas se obtenían por diferentes procedimientos: cobre, plomo zinc, oro, plata y otros metales, entre los que destaca el denominado mineral púrpura, que una vez acondicionado, se empleaba como mena de hierro. El hierro pirítico llego a significar en las dos primeras décadas del siglo XX, aproximadamente el 3 % de la producción mundial y el 22,5 % de la española.

Minas de Aljustrel, pozo Viana, Foto tomada de internet.

Mina de Sâo Domingos. Portugal. Foto tomada de internet.
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A principios de los años 20, el capital extranjero (fundamentalmente británico) invertido en la minería de la pirita ascendía a 145 millones de pesetas de la época (Madariaga, 1920). Uno de cada cinco mineros del Estado Español trabajaba en la FPI. La mina que tenía mas personal era Riotinto. Entre 1900 y 1920 nunca hubo menos de 10.000 empleados en la compañía, alcanzándose el máximo en 1909 con el desmonte de Corta Atalaya en su apogeo, con 16873 trabajadores (Salkield, 1987). A esto deben de añadirse los empleos inducidos por la minería, que pueden estimarse en tres por cada empleo directo.

El proyecto Corta atalaya recién iniciado, la puesta en marcha de este proyecto en 1907, el mas ambicioso en minería de España y de Europa, supuso la creación de un gran número de puestos de trabajo tanto en la compañía, como en empresas de contratas, además de la compra de mucha maquinaria, locomotoras, excavadoras de vapor, vagones...etc, en la foto se observan los malacates de pozos que la Corta fue devorando conforme se iba ensanchando. Foto Colección Particular

Esta serie de locomotoras de vapor, denominada en la Compañía como clase k fue comprada en principio para ser usadas en la apertura de Corta atalaya, eran unas máquinas potentes y eficaces. Foto Colección Particular

En cuanto al tratamiento del mineral, continuo empleándose principalmente la hidrometalurgia  (vía húmeda. La generalización de la cementación natural provoca la irrupción en el mercado de las piritas lavadas, que entran en competencia directa con la pirita cruda que se vendía sin sufrir ningún tratamiento, salvo la trituración y clasificación en tamaños comerciales.

 Una antigua postal editada por la R.T.C.L., a principios del siglo XX, en ella se aprecia los edificios de la Fundición Bessemer, las chimeneas en lo alto del cerro y los conductos o tragantes que llevaban los humos hasta las chimeneas, estos edificios una vez que se dejó de usar la fundición, fueron usados como talleres, lo que un tiempo después sería Talleres Mina. Foto Colección Particular

Interior de la Fundición Bessemer, en la instantánea se observa como un convertidos del mismo nombre que la fundición, descarga la mata rica en cobre para su moldeo en lingotes, esta fundición trabajo desde 1901 hasta 1914. Foto Colección Particular.

Vista general de la Fundición Piritas, funcionó desde 1907 hasta 1970, prueba de la gran actividad de tantos años, son los enormes escoriales que quedan en las cercanías de su ruinas, en esta planta a partir de 1930, se uso el proceso de tecnología japonesa Orkla, por el cual se recupera el azufre contenido en las piritas y que anteriormente se lanzaba a la atmósfera. Foto Coleccíón Particular

Despues de un sangrado de los hornos,la escoria se cargaba, mediante una cuba en vagones (conocidos en Riotinto como Cubilotes), para ser arrastrados por locomotoras y vaciados en vertederos cercanos. Foto Colección Particular

La pirometalurgia (vía seca) fue recuperando el terreno perdido en la segunda mitad del siglo XIX, En 1901 se inauguro en Riotinto una nueva fundición, en la que el cobre se afinaba en convertidores Bessemer, mediante la inyección de oxigeno a traves de la mata. Así se escorificaba el hierro en forma de silicato (fayalita)  y el azufre se eliminaba en los gases. Esta fundición trabajo hasta 1914, en que fue sustituida por otra que, tras varias actualizaciones, estuvo operativa hasta 1970. La mas importante de todas fue la adopción en 1930 del proceso Orkla, desarrollado por Orkla Metal A.S. y ensayado con éxito en Riotinto y Sâo Domingos (Salkield, 1987). Este proceso incluía una etapa de limpieza y desulfuración de los gases emitidos, produciéndose a partir de ellos azufre elemental y ácido sulfúrico. La otra gran fundición que operó en Huelva fue la de Cueva de la Mora. Construida a principios del siglo XX en La Ratera, fue trasladada a su emplazamiento definitivo en 1914. Permaneció activa hasta 1935 y en ella se trataron minerales de cueva de la Mora, Romerita, Monte Romero, Angelita y Aguas Teñidas.

Una curiosa foto de la Fundición Los Silillos en construcción, en las cercanías de Valverde del Camino (Huelva), la alta chimenea que aún a día de hoy se ve de lejos, esta en sus fases iniciales. Foto Colección Antonio Rico (q.e.p.d.).

La Fundición Los Silillos ya en funcionamiento esta planta trabajo poquísimo tiempo. Foto Estadística Minera de España.

Fundición de Cueva de la Mora, casi todos los elementos de esta planta procedían de Los Silillos, una vez que paro esta última fue comprada, trasladada a este lugar y puesta en funcionamiento en 1914, donde trabajo durante 20 años, en primer plano vagones y una locomotora del Fc de Cueva de la Mora. Foto Revista Nuevo Mundo.

A lo largo de las tres primeras décadas del siglo fueron introduciéndose procesos de flotación. Esta técnica mineralúrgica permitió que se explotaran minerales de leyes inferiores a las que habían sido beneficiadas hasta entonces, pasando por un proceso de concentración previo del que se obtenía un producto adecuado para las fundiciones. La aplicación de la flotación supuso un cambio sustancial en la minería de la región. A principios de los años 30 comenzó la explotación de una nueva mena de cobre, los pórfidos mineralizados o stockwork, instalándose el primer concentrador para minerales de este tipo en Riotinto.

Para tratar los pórfidos mineralizados, abundantes en las Minas de Riotinto, en 1930 se construyo una planta de flotación diferencial: Concentrador Naya, con ello comenzó la explotación de una nueva mena del cobre. Foto Colección Particular.

Además ciertos minerales piríticos empezaron a considerarse como una posible fuente de otros metales además del cobre. En este sentido iban encaminados los esfuerzos de arrendatarios de San Telmo Ltd, que en 1927 montó un concentrador para beneficiar por flotación los minerales complejos de la masa Santa Bárbara. Sin embargo el proyecto no fraguó debido al descenso de los precios de las materias primas durante la depresión que siguió al crack de 1929, a la ausencia de mercado para la pirita flotada, principal subproducto del proceso, y a las dificultades que planteaba el tratamiento de estos minerales. El proyecto se detuvo en 1931. A pesar de su fracaso, es justo reconocerla anticipación de esta empresa, pues inició una línea de investigación que aún hoy sigue abierta.

Concentrador de San Telmo, también en esta mina se trataron los pórfidos mineralizados. Foto Colección Archivo Municipal.

La Gran Guerra Europea (1914-1918) contribuyó al alza en los precios de las materias primas. La cotización del cobre, tras la caída de 1908 por la apertura de nuevos yacimientos en Chile y EE.UU, experimentará un repunte claro a partir de 1916, aunque al finalizar el conflicto caerá de nuevo. respecto al azufre, los análisis auguraban una fuerte subida de precio que tardará en llegar debido a la pérdida de importantes clientes durante la guerra. En Alemania, para hacer frente al bloqueo aliado que impedía las importaciones de pirita, se desarrolló un proceso de fabricación de ácido a partir de anhidrita.

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