El río Tinto a su paso por Niebla (Idelfonso Grados) |
Cuando el Río llega a Niebla
se hace pacífico, lento,
como la luz de la tarde
se va apagando en el cielo…
Y desde Niebla a la mar
recita con voz de viejo
esos poemas antiguos
que con su sangre escribieron
el poeta Juan Ramón
y otros escritores nuevos.
Cuando el Río llega a Niebla
descansa al fin de su esfuerzo,
besa las murallas árabes
de ese legendario pueblo,
y anda el final del camino
con paso lento, muy lento.
Desde la Niebla imperial
hasta el mar de los tartesios,
el corazón del río Tinto
lentamente va muriendo.
Antonio Perejil- Delay: Romancero del Tinto
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