XII
La Mina (Foto A.P.D) |
Las normas y las leyes impuestas por los directivos de la RTCL, que planificaron la muerte de La Mina con más de medio siglo de antelación (desde sus oficinas londinenses), siempre iban encaminadas a proteger y a preservar los intereses económicos de aquella empresa británica que solo con nombrarla daba miedo. Y obviamente, la Compañía de Río Tinto era la que marcaba esas pautas sociales y la que servía de referencia a otras compañías foráneas, que controlaban férreamente las pequeñas sociedades urbanas de otras minas.
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