El río Tinto y sus piedras. (Foto: A.P.D) |
Estas piedras que ahora vemos
en la corriente del Río,
esparcidas por doquier
desde Huelva hasta Riotinto,
posiblemente han rodado
durante siglos y siglos
llorando sobre las aguas
como náufragos heridos:
Posiblemente hubo un día
que los mineros antiguos
las tuvieron en sus manos
y las hirieron con picos,
antes de darles el tiempo
su empujón definitivo:
Pero ahora yacen todas
con el corazón mordido,
hundidas como cadáveres
bajo ese cieno cobrizo
que tiene color de sangre,
o simplemente olvidadas
en las orillas del Tinto.
Antonio Perejil-Delay: Romancero del Tinto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario