miércoles, 8 de febrero de 2012

Ferrocarriles y Minas. (Por Juan Manuel Pérez López)

FERROCARRILES Y MINAS: LOS SECTORES DE INVERSIÓN DE LOS CAPITALES EXTRANJEROS.

RESUMEN

El ferrocarril en la provincia de Huelva, va a cumplir 137 años, desde aquel septiembre de 1870 cuando empezara a funcionar la línea Buitrón-San Juan del Puerto, y desde entonces la red ferroviaria ha estado en estrecha relación con las explotaciones mineras, y a su vez con los capitales extranjeros mayoritariamente.

En la presente comunicación vamos a analizar los procesos de inversión en los sectores de la minería y el transporte ferroviario, que se va a dar en la provincia de Huelva a mediados del siglo XIX, como consecuencia de las crisis financiera del estado español y la descapitalización de la economía española en general, que determinó, unido a las leyes liberalizadoras sobre todo del bienio progresistas respecto a la minería, esta irrupción de capitales extranjeros, fundamentalmente ingleses y franceses. Posteriormente determinaremos, al menos en las compañías más significativas en cuanto a la construcción ferroviaria, quienes eran estos inversores y en que cuantía y sector, realizaban sus inversiones.

INTRODUCCIÓN

Las mineralizaciones de la provincia de Huelva, según García Palomero, se sitúan dentro de un conjunto de materiales Paleozoicos (Devónicos y Carboníferos), afectados por la Orogenia Hercínica, que se extiende en dirección E-W a lo largo de 200 Km. desde el Norte de Sevilla hasta el Atlántico, pasando por Huelva y sur de Portugal y dando lugar a lo que se ha denominado “ Franja Pirítica" del S-W Ibérico, que es una de las más importantes provincias metalogénicas mundiales.

Esquema geológico de la Zona Surportugesa.


Concretamente, los yacimientos de la zona aparecen en estrecha relación con una serie de rocas volcánicas submarinas, de composiciones ácidas, intermedias, y básicas, con numerosas intercalaciones detríticas que constituyen el llamado Complejo Volcánico Sedimentario y se sitúa en relación con una estructura anticlinal de dirección E-W.

Esta composición geológica ha determinado la formación de una zona metalífera en Huelva, que ocupaba aproximadamente 24 Km. de ancho, con una longitud de 129 Km. , extendiéndose prácticamente del este al oeste de la provincia de Huelva, con su zona más oriental dentro de la provincia de Sevilla, y con su extensión más occidental dentro de las provincias del Alentejo y el Algarbe portugués. Al norte limita con la Sierra de Aroche y al sur con las vertientes meridionales de la sierra del Andévalo.

Este distrito se extiende a lo largo de Sierra Morena, y se puede subdividir en tres cinturones de N a S. La sección Norte comienza en la provincia de Sevilla, en la mina Castillo de las Guardas, y continua en la provincia de Huelva con las minas de Peña del Hierro, Poderosa, Concepción, San Miguel, Monte Romero, Cueva de la Mora, Aguas Teñidas, San Telmo, El Carpio, Herrerías, etc. para finalizar en Grandola ya en Portugal. La sección central o media, comienza en las minas de Rio Tinto, y sigue en La Zarza, La Joya, todas en la provincia de Huelva, y Santo Domingo en Portugal. Por último, la sección Sur comienza también en la provincia de Sevilla en la mina de Aznalcóllar, y sigue por Huelva, en las minas de Castillo Buitrón, Tinto-Sta. Rosa, Sotiel, Tharsis, Lagunazo, para acabar en Ajustrel, en Portugal.

Mapa de la provincia de Huelva, en el que aparecen representadas las principales minas.

Según Stevens, todas estas zonas presentan las mismas características generales, ya que contienen masas de mineral en forma lenticular, normalmente en la unión del sistema de los carboníferos que contenían siderita y diorita. Los cuerpos de mineral se extendían paralelamente a la pizarra, donde chocaba en el noroeste, con una inclinación hacia el norte. Las pizarras tienen una forma amarillenta en la superficie, donde han madurado, pero son azulinos y ligeros en las profundidades. Aparentemente, los cuerpos de mineral, mientras se dan con forma lenticular, pueden ser considerados como verdaderas vetas de contacto.

Los yacimientos son de una magnitud variada, a veces de inmensas proporciones, siendo los más grandes los de Río Tinto, que alcanzaban una longitud de casi 122 metros, con una anchura de 15 metros. Los conjuntos de mineral tenían, o tuvieron alguna vez sobre ellos, capas de rocas que contenían hierro, y los minerales más ricos se entendían por encima del 5%, en contenido metálico de cobre, teniendo un mayor éxito a una profundidad de 6 metros, debido a que en esta zona de sulfuro que había una fuerte mezcla de calcosina y pirita, con valores medios del 3% y el 4% en cobre, con algún mineral de grado más elevado. El descenso en los valores es bastante constante desde la cima de los yacimientos por debajo de la zona alterada, y hasta una profundidad de casi 15 metros los valores van sólo del 1,5% hasta el 2%, con indicaciones de que el fondo de las inmensas masas lenticulares llevarían menos del 1% de cobre, a pesar de que permanecieron en explotación debido a los valores de sulfuro de la pirita, a la larga fue la causa de principal de la crisis de la minería en la provincia de Huelva y Sevilla.

Todos los minerales son ligeramente argentíferos y auríferos, los metales preciosos se extrajeron rigurosamente, y mientras la cantidad de oro y plata por tonelada es muy pequeña, los valores totales salvados fueron muy grandes, debido al inmenso tonelaje de mineral que ha sido tratado.

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