lunes, 28 de mayo de 2012

Requiém por la mina XI (por Antonio Perejil Delay)

'La mina', (A.P.D.)

XI

Aparentemente, la todopoderosa Compañía de Río Tinto expiró en 1954. Así figura, al menos, en los partes oficiales que emitieron los doctores de minas españoles y británicos, cuando las letras R.T.C.L. desaparecieron de todos los documentos oficiales de la época. Luego vino la “Compañía Española de Minas de Río Tinto” y a continuación un amasijo de siglas, de las cuales la erre y la te seguían apareciendo en los modernos anagramas de las últimas compañías explotadoras (Explosivos Río Tinto, Río Tinto Minera, ERCROSS, Minas de Río Tinto S.A.L., etc).
Y sin embargo, las tres primeras letras (RTC) de aquella compañía británica que falleció aparentemente a los ochenta y un años de edad, figuran todavía como grabadas a fuego en los frontones de algunos edificios singulares que construyeron los ingleses y en los ordenados documentos que aún se conservan en las añejas estanterías de la Fundación Río Tinto.
Yo sostengo la hipótesis de que seguramente esas tres letras son las navajas que asesinaron a mi pueblo; y además, afirmo que siguen grabadas todavía en los corazones de todos esos hombres y mujeres que sacrificaron sus vidas en beneficio de aquella multinacional británica que tanto influyó en las sociedades venideras.

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