Cerca de la mina, el Río
es triste y desolador:
A su paso solo existen
piedras de oscuro color,
esqueletos oxidados
de máquinas de vapor;
y desérticas planicies
abrasadas por el sol,
donde cantaban los trenes
su monótona canción.
A su paso solo existen
escorias de fundición;
y ruinosos edificios
de británico sabor,
donde trabajaban antes
los hombres de esta región.
Cerca de la mina, el Tinto
es un río de dolor,
y aunque se nombre en voz baja
siempre duele el corazón.
Antonio Perejil Delay: Romancero del Tinto
es triste y desolador:
A su paso solo existen
piedras de oscuro color,
esqueletos oxidados
de máquinas de vapor;
y desérticas planicies
abrasadas por el sol,
donde cantaban los trenes
su monótona canción.
A su paso solo existen
escorias de fundición;
y ruinosos edificios
de británico sabor,
donde trabajaban antes
los hombres de esta región.
Cerca de la mina, el Tinto
es un río de dolor,
y aunque se nombre en voz baja
siempre duele el corazón.
Antonio Perejil Delay: Romancero del Tinto
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