martes, 24 de enero de 2017

Vuelo en la Zarza



¡Brotaste, surgiste, naciste, emanaste de la nada. Te alimentaste de tus propias entrañas. Gualdo resplandor sulfúreo y corazón de piedra inga; imperio alcanzado!

En un lugar de bello entorno natural, entre pinos, eucaliptos y jaras, modulado por la mano del hombre, se encuentra La Zarza, localidad situada en el término municipal de Calañas, comarca del Andévalo, en el centro de la provincia de Huelva, acariciando las estribaciones serranas.

Su pasado es eminentemente minero y su entorno está marcado por un pintoresco paisaje dominado por esa impronta con importantes infraestructuras mineras (actualmente en desuso), así como casas y edificios de corte inglés típicos de pobladores mineros del siglo XIX.

Aunque esta aldea minera surge en el siglo XIX, el nombre de La Zarza es reciente, tan sólo desde 1991, tras un Pleno municipal; anteriormente se llamaba Silos de Calañas. Actualmente La Zarza-Perrunal es una Entidad Local Autónoma (ELA) dependiente del Ayuntamiento de Calañas.

La Zarza es un enclave minero más inmerso en la faja pirítica que se extiende desde Aznalcóllar (Sevilla) hasta cerca de la costa del Atlántico portugués. Esta franja, geológicamente hablando, se encuentra dentro del grupo volcánico-sedimentario y entre sus rocas principales están las pizarras, jaspe y cuarcitas, así como grandes yacimientos de pirita masiva y manganeso.

La explotación de la Mina de La Zarza se inició en época fenicia y adquirió su máxima intensidad durante la dominación romana de la Península Ibérica. De estas culturas se han encontrado restos, sobre todo romanos, que nunca se han catalogado ni se han reunido en ningún museo.

Según estos restos, la explotación en época romana debió iniciarse con Julio César y debió durar aproximadamente cinco siglos ya que de todos los emperadores romanos comprendidos entre Augusto y Honorio se han encontrado abundantes monedas.

Después de la explotación romana la actividad minera desaparece y es en el año 1858 cuando se reanuda la explotación bajo el mando del ingeniero Ernesto Deligny. Esta actividad duraría aproximadamente 8 años. En 1868 la compañía de Azufre y Cobre de Tharsis adquiere la propiedad de las concesiones. Esta compañía (Tharsis Sulphur and Copper Company Limited) construye, en 1913, el ferrocarril (hoy desaparecido) que uniría la mina de La Zarza con la mina de Tharsis y el embarcadero situado en Corrales, desde donde, a través de su muelle, salía la producción de pirita hacia los lugares de transformación. El recorrido del ferrocarril, extremadamente accidentado, exigía más de 20 puentes o pontones, algunos de gran longitud (Tamujoso, Oraque,etc.).

Esta mina, a través de distintas épocas ha sido explotada de distintas formas, en pequeños agujeros (silos) durante época romana, a cielo abierto en su etapa inicial actual y posteriormente en explotación subterránea.

La historia de La Zarza está marcada por la minería, con periodos de gran esplendor seguidos de época de decadencia. Durante muchos años ha sido su base económica.

La Zarza-Perrunal, ambas minas se encuentran inactivas en la actualidad, pero sus poblados se resisten a correr el mismo destino que las minas que hicieron posible su existencia.

El entorno minero de La Zarza fue declarado Bien de Interés Patrimonial por la Junta de Andalucía. En dicho entorno aún se conservan dos preciosos malacates, uno completo y otro no, el cananeo, chimeneas, etc.

En las imágenes del vuelo podemos apreciar la bonita corta de Los Silos y restos de su arquitectura minera. También una panorámica de la localidad y su entorno, donde observamos otra parte de su patrimonio como son los edificios emblemáticos de las empresas mineras: casino, de 1891; cine inglés; escuelas; viviendas de diferentes épocas; la Iglesia del Corazón de Jesús, construida en 1.931 al más puro estilo inglés, que actualmente es propiedad municipal, entre otros.

No podríamos finalizar el vuelo sin captar la Fuente de La Pipa, un manantial de agua potable y buen sabor, manipulada a través de un grifo; como contraste se puede apreciar las huellas del límite del incendio forestal que azotó la Zarza el pasado 2 de agosto.

La alegría no falta para los casi 1.700 zarceños del lugar, que tienen el privilegio de disfrutar momentos festivos como la Pascua de Resurrección, Corazón de Jesús, la Velada, Santa Bárbara...

Llenamos nuestra botella con el agua del manatial de La Pipa y continuamos la marcha. Fue una jornada intensa: El Perrunal, Sotiel Coronada... pero eso amigos es otra historia y otro día se contará.

El Sr. Aranda comprobó hélices y fuselaje, el resto fue volar, volar seguro pero volar, siempre volar.

José Antonio Portero 

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